El equipo de Businessgoon para conseguir reducir el impacto de los impuestos se utilizan varias herramientas que se engloban en torno a tres grandes objetivos: el diferimiento en el pago de los tributos, el ahorro fiscal y la gestión del riesgo.
En relación al diferimiento en el pago de los tributos, nos ayuda a realizar los pagos en el momento que más nos convenga. Por ejemplo, productos como los planes de pensiones y los fondos de inversión en el IRPF o algunos beneficios fiscales en el impuesto de sociedades.
En cuanto al ahorro fiscal, lo realizamos estudiando y analizando las distintas operaciones y la operativa diaria de su actividad.
En el Impuesto sobre Sociedades se analizan las inversiones, los criterios contables, la posibilidad de aplicar alguno de los regímenes especiales como la consolidación fiscal, los ajustes a la base imponible o las deducciones aplicables.
En cuanto al IVA, se estudia la incidencia de las operaciones internacionales, la deducibilidad del impuesto, el devengo de las operaciones o la aplicación de los distintos regímenes especiales.
Esta planificación fiscal también se realiza desde la óptica de los socios de las empresas, revisando su incidencia en el IRPF, en la venta de participaciones, el reparto de dividendos o su retribución, en el Impuesto sobre el Patrimonio, y en la futura sucesión.
Y como consecuencia la anticipación también es otra clave importante en el ahorro de impuestos. Lo mas adecuado es estudiar con antelación cada ejercicio y decidir las acciones oportunas, y no esperar al final del mismo para tratar de efectuar correcciones de manera apresurada en el caso de los impuestos anuales, como el IRPF o el de Patrimonio, Impuesto de sociedades etc.
Todo ello realizando un seguimiento riguroso de las decisiones tomadas y de la implementación de las alternativas escogidas.
En cuanto a la gestión del riesgo fiscal, se trata de un concepto que se refiere sobre todo a la posibilidad de realizar modificaciones en las normas tributarias e incluso en las distintas interpretaciones de la ley que puedan surgir por parte de las autoridades tributarias y los tribunales.
Si conocemos a fondo los impuestos que nos afectan y planificamos por adelantado cada uno de ellos podremos alcanzar un ahorro fiscal importante.
Casi todos los impuestos son planificables y las acciones que decidamos llevar a cabo pueden afectar tanto a uno como a varios de ellos. Esta es una de las bases de una buena planificación fiscal: es necesario tener en cuenta todos los impuestos que nos afectan en el entorno empresarial y particular y no contemplarlos como compartimentos estancos. Sino interrelacionados entre sí.