La respuesta depende de cada caso. En función de la situación de cada empresa, deben seleccionarse aquellos métodos que parezcan más razonables.
A modo de ejemplo, valorar una empresa inmobiliaria por un método patrimonial puede tener mucho sentido, pero emplear este método para valorar una empresa de biotecnología puede resultar equivocado a todas luces.
Suponemos que esta respuesta no sacia las inquietudes del lector que desea profundizar en las técnicas de valoración.
Para atender esta sana curiosidad, nos vemos obligados a seleccionar algún método de entre este amplio abanico de formulas financieras. Y así lo hacemos.
En nuestra opinión, cualquier valoración de una empresa exige emplear al menos estos métodos:
1. Valor por Descuento de Flujos.
2. Valor por Multiplicadores.